jueves, 26 de febrero de 2015

Tarea 1 de Comprensión de Lectura (continuación)

 Una vez hemos trabajado con las dos técnicas que explicábamos en la entrega anterior, procederemos a mostrar a los estudiantes por qué es necesario empezar leyendo (y subrayando si lo consideran oportuno) las 6 preguntas con sus respectivas respuestas. Vamos a hacer dos veces esta misma tarea, con 2 textos diferentes:

-la primera vez les facilitaremos solo el texto, sin preguntas, y consignaremos en el ejercicio cuánto tiempo tardan en finalizar la tarea (obviamente, estamos atentos al momento en que cada estudiante termina la lectura para facilitarle las preguntas). Normalmente, en esta operación, un estudiante tardará no menos de 18-20 minutos (más del tiempo disponible en el examen para realizar cada una de las tareas), pues va a tener que leer 2 veces el texto;


-en una segunda vuelta, le facilitaremos a cada alumno solo las preguntas correspondientes a otro texto. Consignaremos también la hora de inicio y la de final, como sugerimos en las instrucciones de Dale al DELE C1.

Comparando los resultados, los datos hablan por sí mismos. En menos de 15 minutos, todos los estudiantes habrán realizado la misma tarea por el segundo sistema (con un ahorro de 5 minutos que serán cruciales para el buen desarrollo de la prueba).

Una alternativa a esta práctica es dividir la clase en 2 grupos, que trabajarían con el mismo texto, aunque unos tendrían solo el texto al principio y al otro grupo solo le facilitaríamos las preguntas. Lo habitual es que el grupo que disponga de las preguntas termine la tarea con cierto adelanto sobre el que tiene que empezar leyendo el texto.

Si hacemos un resumen de cómo ha ido nuestra primera clase (de 90 minutos aproximadamente) en un curso para candidatos al DELE C1, piensa que habremos dedicado algo más de media hora al primer texto, dedicándole otra media hora para poner en común las preguntas redactadas por los participantes; habremos trabajado con 3 textos diferentes y habremos familiarizado al candidato con la complejidad de la prueba y con su técnica de resolución más importante. En el libro Dale al DELE C1 dispones de 5 exámenes completos con los que tus alumnos y tú podéis experimentar y comprobar la eficacia de estas técnicas.

Por último, recuerda que hay un recurso que puede resultar útil a los estudiantes, especialmente para esta tarea: el inventario de nociones específicas del PCIC (Niveles de Referencia del español).

Si dispones de más tiempo, puedes revisar con tus estudiantes los términos de registro culto para que ellos busquen su equivalente en registro coloquial, y viceversa: por ejemplo, napia = nariz, porcino = de cerdo.


En algunos casos, como hemos hecho en determinados ejercicios de la tarea 1 de Comprensión de Lectura de Dale al DELE C1, conviene poner a prueba la capacidad de lectura de nuestros estudiantes alterando el orden de las preguntas con respecto a su aparición en el texto; sin embargo, hemos de advertirles que esto solo sucederá en el período de entrenamiento, donde endurecemos levemente las condiciones de trabajo, puesto que en el examen las preguntas se corresponderán con el orden de aparición de los contenidos donde se encuentran las respuestas.


Y hasta aquí hemos llegado con la tarea 1 de la Prueba de Comprensión de Lectura del DELE C1. La próxima entrada la dedicaremos a la tarea 2. Os esperamos.

jueves, 19 de febrero de 2015

Clases con candidatos de DELE C1: Tarea 1 de Comprensión de Lectura



El tipo de textos que componen la primera tarea de la prueba de Comprensión de Lectura en el DELE C1 son de un carácter tan técnico y especializado que no son precisamente los textos literarios que nos entretienen en un viaje o que elegiríamos para leer antes de dormir.

(http://i.telegraph.co.uk/multimedia/archive/02014/woman_2014486c.jpg)

Mal inicio, por tanto, si queremos atrapar a nuestros estudiantes y hacerles ver que el curso que van a tener con nosotros puede llegar a ser apasionante. Pensemos, pues, en varias fórmulas que le den un giro copernicano a la situación y que muestre, desde el primer minuto de la primera clase, que se puede preparar el examen con técnicas de búsqueda, de control y de comprobación, y hacerlo además en equipo (compitiendo y ayudándose).

Una primera técnica que vamos a utilizar consiste en entregar un texto (como este pdf que podéis descargar para usarlo en vuestras clases). Como habréis visto en las páginas de nuestro libro Dale al DELE C1, se aconseja al candidato que siga estos 3 simples consejos:
  • controlar el tiempo que debe emplear en cada tarea (15 minutos); 
(4ever.eu)
  • empezar leyendo las preguntas, no el texto; y
  • localizar mediante el subrayado y los números en los márgenes la información pertinente para dar con la respuesta correcta (evitando caer en la trampa de los distractores).


DELE_C1


Tras 10 minutos de lectura, vamos a pedir a los estudiantes que resuman el texto (tarea poco menos que imposible). A partir de ahí, haremos todo lo posible para que sean conscientes de que en la prueba de Comprensión de Lectura se empieza por conocer las preguntas y por fijar nuestra atención en las 6 preguntas que van a hacerse sobre el texto.

Así, pues, ellos ahora van a tener que "ponerse en la piel" de un redactor de pruebas y elaborar 1 o 2 preguntas sobre un fragmento determinado del texto:
  • tienen que incluir 3 opciones (a, b, c) de respuestas posibles,
  • será obligatorio que solo una respuesta sea correcta,
  • en cada una de las alternativas deben aparecer palabras que estén en el texto,
  • a cada estudiante le asignaremos un fragmento diferente para redactar su pregunta.
En mi opinión, no hay mejor forma de entender la estructura (y la dificultad) de una tarea que cuando tenemos que diseñarla y crearla nosotros mismos. Obviamente, la puesta en común de las preguntas nos permitirá ver cómo cada pregunta se centra en un tema y no es una cuestión transversal que afecte a todo el texto sino a aspectos y matices muy concretos.

 La segunda técnica que podemos llevar a cabo para que el candidato sepa cómo debe actuar en el examen es facilitarle las preguntas pero sin las opciones de respuesta, para que él mismo localice en el texto cuál es la solución.

En la próxima entrada os mostraremos con qué técnicas podéis complementar esta actuación para el primer día de clase.


sábado, 29 de marzo de 2014

Piezas que encajan



Algunas tareas del DELE son como rompecabezas que nos permiten jugar con los nexos de unión de un texto para reconstruirlo; nuestro objetivo en esta sesión ha sido precisamente jugar como si estuviéramos armando un juguete.


Si algo me divierte en los cursos de preparación al DELE, y en ese sentido da igual el nivel (B2, C1 y C2 especialmente) es ver la cara de sorpresa que ponen los alumnos cuando les pregunto si saben (y les gusta) hacer rompecabezas (o puzzles). 


(De http://www.nme.com/blogs/nme-blogs/biffy-clyro-rank-the-albums)

Pues eso es lo que hago cuando llega el momento de afrontar la tarea 2 de Comprensión de Lectura en el nivel C1; previamente, eso sí, paso la mañana guillotinando (¡qué palabra más horrorosa!), pero qué le vamos a hacer, a menudo y en aras del componente lúdico, ha tocado guillotinar:


(De http://artgraphicsrevistadigital.blogspot.com)     (De www.electrocyber.cl)
A quien conoce (y ha padecido) la dureza del examen DELE no le hará mucha gracia que se juegue precisamente con una de las tareas más difíciles y desesperantes del examen, pero al fin y al cabo a las clases de idiomas uno no debe ir a sufrir, que para eso ya están la vida y los exámenes. Así que hoy vamos a explicar de la forma más sencilla posible cómo hacer que una tarea de examen se convierta en un juego de niños.

                                                          (De www.spanish.alibaba.com)

Para empezar, tengo dos textos que previamente he formateado como si fueran una tarea (es decir, los he deshuesado, sazonado, destripado, cortando en filetes, como si los fuera a cocinar). Todo está listo para hacer con ellos dos actividades en diferentes días, pero en ese momento se presenta una inspiración: ¿por qqué no entregar los dos textos con todos los fragmentos mezclados y dejar a los estudiantes que perciban con claridad lo que he tratado de mostrar en la sesión anterior? No queda apenas tiempo, pero me pongo a la tarea de retocar, imprimir y, ahora sí, a guillotinar.

Ya en clase, intento que los estudiantes comprendan que no están ante una actividad lingüística sino que se enfrentan a la complejidad, no menos lúdica de armar un lego, puesto que la imagen del rompecabezas (que también es útil) carece en cierto sentido de tridimensionalidad.




Los primeros minutos de la clase son, voluntaria o involuntariamente, un caos de búsqueda, reparto e intercambio de cabezas... perdón, quise decir de fichas o teselas, porque los 14 fragmentos con los que vamos a trabajar están desordenadamente dispersos y multiplicados por el número de alumnos que participan en este juego... perdón de nuevo, quise escribir "en esta clase" (¿dónde tendré hoy la cabeza?)



No solo porque todavía no tienen el tablero donde insertar las fichas o -dicho en clave DELE- los textos donde colocar los fragmentos, sino por la confusión de temas que van a encontrar, los estudiantes se verán (y se ven) obligados a leer y organizados los fragmentos en una primera secuencia: cuáles pertenecen a un texto (por su temática) y cuáles a otro. Solo saben, por ahora, que disponen de 7 fragmentos pertenecientes a cada texto, y que de ellos solo van a utilizar 6.



En esta tarea, más lúdica y estratégica que lingüística, también les advertimos (de) que deben subrayar las palabras-clave, los conceptos más importantes, puesto que estos se pueden convertir en marcas lingüísticas de cara a la inserción de los fragmentos en sus respectivos lugares.



Y ahora empieza a contar el tiempo: 30 minutos para jugar con los dos textos, para construir. Gráficamente les muestro cómo un fragmento solo puede y debe encajar en un lugar preciso, pero antes de decidirse por la opción adecuada pueden probar con las fichas en varias posiciones, por lo que van a colocar los fragmentos que crean convenientes encima del espacio que pueden cubrir, porque el texto todavía no ha adquirido su sentido. Eso sí, deben irse fijando en determinadas marcas: temporales, pronominales, temáticas, para que el fragmento encaje definitivamente. Y también les señalo que si una de las fichas (o fragmentos) que habían utilizado en un hueco la necesitan o la pueden colocar en otro lugar, lo hagan, y que decidan entre ellas cuando todo el texto esté completo.



La experiencia ha resultado interesante para mí (y espero que también para ellos), porque al trabajar 2 textos en un tiempo limitado han podido avanzar en un tema que será el leit motiv de nuestras clases: la organización, distribución y gestión del tiempo.


(De: es.aliceinworderland.wikia.com)

De nada vale destinar mucho tiempo a un texto e intentar hacerlo casi perfecto si esto nos resta tiempo para completar las demás tareas, viéndose obligados así a responder muy rápidamente y sin tiempo suficiente para comprender, reflexionar y decidir. Debo reconocer que este aprendizaje no estaba entre los objetivos que me había propuesto al diseñar la tarea, pero la dinámica de clase, siempre, es más sabia que el profesor que la propicia o administra y si se está atento y dispuesto a escuchar, se puede aprender de lo que pasa dentro -e incluso fuera- del aula.





miércoles, 19 de marzo de 2014

Algunos trucos para afrontar una tarea de Comprensión de Lectura en el #DELE

Primer día de clase. Lo que se aprenda en esta situación va a ser difícil de olvidar. No estamos haciendo exámenes, vamos a mostrar cómo sacar el máximo rendimiento de los conocimientos de español que cada estudiante tiene.

Es muy probable que algunos de vosotros os encontréis o estéis a punto de encontraros en una situación similar a la mía: acabo de empezar un curso de preparación al DELE (C1) y he pensado que podría resultar útil compartir mi experiencia sobre una dinámica que he introducido por primera vez después de varios años preparando este nivel y dando instrucciones teóricas a los alumnos de cómo deben afrontar la prueba de comprensión lectora.



Nada mejor que una demostración práctica de lo que NO se debe hacer para que la experiencia no se olvide, así que aquí va mi consejo por si alguien se anima a seguirlo. En primer lugar, se reparte el texto de la actividad en cuestión (yo lo hice con este encantador texto de la tarea 1 del DELE C1, que está en "versión beta", es decir, sin maquetar ni editar, porque es parte del material que ya estamos experimentando para lo que será un nuevo libro de exámenes y tareas DELE, tras la inminente publicación por parte de la editorial EnClave-ELE del quinto libro de la colección Dale al DELE, el nivel C1 que ya está en prensa y que podréis utilizar en breve). 



Es muy importante, en todo caso, que cada alumno consigne la hora de inicio del ejercicio, con el fin de tener datos fehacientes y objetivos de su rendimiento. Los estudiantes solo disponían del texto en sí, sin conocer qué preguntas se les iban a hacer sobre el mismo. Cuando han terminado de leer las 750 palabras del contrato de un seguro de accidentes, cuyas cláusulas -dicho sea de paso- son una verdadera tortura mental y lingüística incluso para hablantes nativos, se les van entregando las preguntas conforme ellos lo piden: así van a observar también su ritmo de lectura y yo podré sacar mis primeras conclusiones (en este caso, la enseñanza es que han perdido al menos 8 minutos en una tarea estéril y poco provechosa, por no decir inútil). La mayor enseñanza se la va a proporcionar a los estudiantes la indicación del tiempo que han tardado en contestar las preguntas teniendo que leer el texto como mínimo dos veces (por eso es importante que en la hoja indiquen a qué hora han terminado de hacerlo).



A renglón seguido, después de comprobar las respuestas y hacer un recuento de los aciertos y fallos, pasamos a un segundo ejercicio de las mismas características, pero en este caso entregamos primero solo las preguntas y por supuesto empezamos a controlar el tiempo indicando en la hoja a qué hora empiezan a realizar esta tarea. No van a poder leer el texto hasta que indiquen que han terminado de leer las preguntas  (individualmente, por supuesto).




 En un texto de similares características por su extensión y por la dificultad, se suele tardar la mitad de tiempo, lo que muestra la inutilidad de una lectura sin referentes, de forma experimental (más explícita que todas las explicaciones teóricas que durante los últimos años he venido haciendo cada día del curso). Después de observar que son capaces de hacer esta tarea completa en aproximadamente 11-13 minutos (poco más de lo que se tarda solo en hacer una primera lectura de acercamiento al texto), estoy convencido de que ninguno de mis estudiantes volverá a dejar para el final la lectura (subrayada) de las preguntas. Aunque nunca se sabe...

(Imagen extraída de http://sigobuscandolaluna.blogspot.com)

Al tratarse de una tarea cuyo objetivo es encontrar selectivamente la información concreta que contiene el texto, la primera lectura (incluso si se subrayan conceptos) no aporta ningún dato relevante que sirva durante la realización del ejercicio, puesto que no se trata de una comprensión global del texto.

Para finalizar la sesión, trabajamos con la explicación y justificación no solo de las respuestas sino también con la explicitación de estrategias -por ejemplo, la ubicación de la información- a partir del texto de Soluciones comentadas que, como hemos hecho en otros niveles de Dale al DELE, aparecerán en la extensión digital del libro (de acceso libre y gratuito).







jueves, 13 de febrero de 2014

Integrando que es gerundio

En varias ocasiones he señalado que la característica principal y más significativa del nuevo modelo de DELE es la integración de destrezas, es decir, la formulación de tareas en las que hay que combinar y utilizar de forma simultánea diferentes capacidades de producción y recepción. No quiero pasar por alto, como he venido señalando en los encuentros de formación a los que me refería en la entrada anterior, que la contextualización verosímil de las tareas del DELE es una consecuencia lógica de la adopción del enfoque orientado a la acción que propugna el Marco Común Europeo de Referencia (MCER).

En esta segunda entrada, precisamente, me gustaría explicar uno de los casos más ejemplares de la integración de destrezas en una prueba adaptada del DELE, ya que así estamos haciendo que el alumno lea, hable (preguntando a un compañero para obtener información), escriba (las respuestas del compañero) y escuche, teniendo a menudo que aclarar o explicar algo de sus preguntas o respuestas, en una clara muestra de interacción global.

He elegido para este ejemplo un nivel inicial (A1) con el fin de corroborar que estas interacciones se pueden llevar al aula en cualquier etapa; asimismo, y a tenor de los resultados, creo que de estas experiencias también vamos aprendiendo cómo las situaciones “reales” en que es obligatoria la comunicación van generando en los alumnos mayor confianza en sus capacidades de expresión a la vez que construyen un engranaje colaborativo sumamente conveniente para incentivar la cohesión del grupo.

En esta ocasión, gracias a la generosa colaboración de Magda, Karina, Marja, Khava, Alicja, Karolina, Emila, Asia, Kamila y Anna, que aceptaron grabar la “prueba” que hicimos en unas sesiones extraordinarias (recién acabado el curso de A1), vamos a poder ver la propuesta didáctica de convertir un ejercicio de expresión escrita en una tarea de interacción en clase, aprovechando para ello la estructura y las instrucciones de la propia tarea del DELE A1, concebido inicialmente como un ejercicio individual y solitario.

La mecánica del ejercicio es extremadamente sencilla y solo hemos tenido que organizar y gestionar la clase para que trabajen en parejas: si el número de asistentes es impar -como suele ser habitual cuando planificamos estas dinámicas de clase-, basta con realizar agrupaciones de tres personas, de modo que pregunten a un compañero distinto del que les pregunta a ellos.

La actividad que estamos analizando corresponde a la tarea 1 de la prueba de Expresión e Interacción Escritas del DELE A1, y hemos propuesto a los alumnos trabajar con un ejercicio extraído del libro Dale al DELE A1 (página 97).

En menos de un minuto y medio podéis ver cómo se desarrolla parte de la prueba:




Es condición imprescindible que solo el alumno entrevistador disponga del formulario que debe rellenar; si se desea, incluso, puede trabajarse con diferentes modelos de la misma tarea para que en esta sesión trabajen diferentes campos temáticos (por ejemplo, la matriculación en un curso –en la página 62 del libro hay un formulario para ello-, la suscripción en un periódico –página 61-, la petición de una tarjeta de crédito, que es la tarea que veremos en este vídeo, etc.).

Entre otros aspectos que cabe destacar, me gustaría hacer hincapié en la hipotética acusación de pérdida de tiempo que podría hacérsenos al adaptar esta tarea (de carácter escrito) a una integración de destrezas: en el examen, para realizar las dos tareas escritas (de idéntico número de palabras, 30-40), el candidato dispone de 25 minutos, es decir, que para rellenar el formulario (con datos imaginados) de la tarea 1 podría utilizar 10 minutos. Pues bien, cuando hemos llevado esta dinámica a clase, pese a que hay un proceso de lectura e interpretación de la pregunta, formulación de la misma, respuesta y transcripción, la realización de la tarea (en algunos casos con la firma del alumno entrevistado, que motu proprio los compañeros le pedían en aras del realismo) no superó en ningún caso los 8 minutos. Por si esto fuera poco, esta tarea no solo cumple con su finalidad inicial de evaluar la expresión escrita, sino que sirve también de entrenamiento para interactuar oralmente, como se plantea en la tarea 4 de Expresión e Interacción Orales, con breves intercambios de información y preguntas dirigidas.

No insistiré ahora en la visión que los estudiantes tuvieron de esta tarea como una oportunidad más de poner en práctica su capacidad de interlocución en la nueva lengua, su desvinculación del sentimiento de estar haciendo un examen o su implicación y colaboración para que el compañero participase en el proceso de intercambio de datos, pero sí me remitiré a las imágenes para confirmar que las estudiantes se encontraban más relajadas, cómodas y hasta divertidas que si hubiesen estado “castigadas” mirando un folio y respondiendo una instrucción extraña y hasta cierto punto incomprensible: “Ayuda a un amigo a completar este formulario”.

A partir del visionado de esta grabación, como profesor (y no solo como evaluador, incluso como autor de materiales) dispongo de algunos datos que pueden servirme para afrontar el próximo curso de A1 con algunos objetivos que al parecer he descuidado en este semestre: enseñar a formular más -y más veces- preguntas sobre origen, ubicación, fechas, etc. Que el enfoque comunicativo me lo perdone.
Cámara, luz, acción...

jueves, 6 de febrero de 2014

Mis alumnos de DELE ya no se aburren


¿Cómo hacer una clase "normal" con tareas DELE?


En octubre de 2013, y ante la demanda existente entre los profesores de español por conocer la estructura y las características de los exámenes DELE en el nivel B que acababan de experimentar una profunda renovación, la Editorial EnClave-ELE convocó una serie de encuentros virtuales, bajo la forma de webinarios en los que me correspondió explicar cómo eran esos cambios y en qué afectaban a los candidatos y a su nivel de preparación, tanto desde mi perspectiva como profesor que ya en ese momento había tenido la oportunidad de impartir varios cursos de preparación de DELE B2 e incluso de pilotar las pruebas y participar en los debates para la calibración de las tareas de expresión oral, como desde mi condición de co-autor de los volúmenes B1 y B2 de la colección Dale al DELE que acababan de aparecer.


A lo largo de esos talleres, cuyas presentaciones en power point vamos a comentar en sucesivas entradas y entregas de este blog que hoy inauguramos, aparecieron una serie de propuestas sobre cómo llevar al aula de forma lúdica, divertida, participativa y dinámica, diferentes tareas de los DELE que, con una leve adaptación, pasaban -sin perder su utilidad evaluadora y didáctica- de ser ejercicios de respuesta individual a actividades de clase que eliminaban de esa forma la idea de que participar en un curso de DELE  es necesariamente aburrido y en el que los alumnos pasan todo el tiempo sentados de cara a unos folios que los condenan a obtener un porcentaje de respuestas correctas (mientras el/la profesor/a pasea aburrido/a por el aula, o corrige ejercicios de otros grupos o sencillamente mira por la ventana cómo pasa el tiempo agradeciendo ese tiempo extra de “descanso” en el trabajo, pero preguntándose muchas veces si es lógico representar ese papel en el curso).

En estos meses hemos reflexionado sobre las características generales del nuevo modelo de certificación lingüística del DELE (en sus seis niveles) y sobre las semejanzas y diferencias existentes entre las pruebas y las tareas de cada nivel, buscando en todos los casos una reflexión sobre las estrategias que deseamos activar y potenciar en nuestros estudiantes, sean o no posibles candidatos al DELE, convencidos como estamos de que un conocimiento de la estructura de las pruebas es útil para todos los aprendientes de español y seguros también de que ya ha comenzado a producirse ese efecto rebote (o washback). Este fenómeno consiste en ir adaptando actividades de clase al formato de un examen en el que se comprobará si el alumno dispone de las competencias adecuadas para poder ser considerado hablante de una lengua extranjera en un nivel determinado: por la tipología de textos que se es capaz de afrontar (a la hora de comprenderlos o de producirlos), por las temáticas que se abordan, por el grado de corrección formal y gramatical que se ha ido adquiriendo y se demuestra, etc.

A continuación os explicamos el desarrollo de una actividad que practicamos en clase; lo que hay más arriba es una de las diapositivas que sirvieron de ilustración al taller del pasado 31 de enero, sobre dinámicas y juegos en clase, pues sirve de ejemplo sobre cómo hacer un juego de rol en la búsqueda de información.


Desarrollo de la dinámica

La tarea 1 de Comprensión de Lectura en el nivel B1 consiste en unir los deseos, gustos o necesidades de 7 personas con la información de una serie de bienes y servicios que podrían encajar con las preferencias de cada una de ellas. Nosotros lo que hemos hecho es fotocopiar cada anuncio en tamaño aumentado y lo hemos colgado en las paredes del aula, distribuidos por las mesas e incluso alguno en el suelo, pero siempre de forma visible. Después, fotocopiamos la hoja en la que "hablan" las siete personas (no se os olvide tachar o borrar la respuesta del ejemplo) y recortamos las hojas para obtener 7 fichas (cada una lleva no solo el nombre sino una foto de la persona que da su opinión). Desordenamos las fichas (para que los alumnos no hicieran al mismo tiempo la búsqueda del mismo anuncio) y las entregamos boca abajo para que no pudieran leer hasta que diéramos la señal de inicio.

Si es la primera vez que hacen este juego, les podemos mostrar el objetivo del mismo: el profesor coge una ficha, hace como que la lee y se mueve leyendo carteles, cuando cree que encuentra la correspondencia adecuada escribe en la ficha, vuelve a su asiento, la deja y coge la siguiente.

Cada estudiante tiene en su poder solo una ficha en la mano, para concentrarse en leerla, y moviéndose por la clase busca la información que aparece en su papel; por ejemplo, el texto de Gabriel.



Cuando el alumno haya encontrado el texto que busca, escribe en el margen la letra del cartel correspondiente y vuelve a su asiento, deja esa ficha y coge la siguiente.

El objetivo de este juego es que se muevan por la clase y que lean en movimiento (a los alumnos cuyo estilo de aprendizaje sea corporal cinestésico les encantará). Sorprendentemente, al dotar de movimiento esta tarea, la lectura se produce muy rápidamente y lo que parece que es dedicar mucho tiempo a ir y venir por el aula da como resultado que se tarde menos en hacer la prueba de lo que tardarían si estuviesen sentados.

Como todos están ocupados en resolver la prueba, no hay mucho peligro de que se copien, y si se les motiva con la competición (gana el que primero acabe de encontrar a todos los personajes), la diversión está asegurada. Cuando se les comunica que esto es una prueba del examen DELE, no se lo creen.

Os esperamos en la próxima entrada y ojalá que estos temas sean de vuestro interés.